Bahá'u'lláh

Husayn Alí, Bahá’u’lláh (La Gloria de Dios).
1844, Teherán, antigua Persia.

El Gran Anuncio de Dios, El Creador, “Yo Soy”, Jehová, Yahvé, Brahma, Ahura Mazda, Dharma, Alláh, del Padre nuestro que está en los Cielos.


“¡Oh tú! que estás esperando, no te detengas más, porque Él ha venido. Contempla Su Tabernáculo y Su Gloria residiendo en Él.
Es la Antigua Gloria con una Nueva Manifestación.”

El Avatar Kalki, El Avatar de la Verdad anunciado por Krishna.
El Admirable Consejero, Padre Eterno y Príncipe de Paz anunciado por Isaías.
El Shah Bahram,  El Gran Hacedor de la Paz anunciado por Zoroastro.
El Buda Maitreya. El Buda del Amor y la Fraternidad Universal anunciado Por Buda.
El Hijo del hombre, El Espíritu de Verdad, La Gloria de Dios anunciado por Cristo.
El Q’aim, El que es Guiado, El Imán oculto anunciado por Muhammad.

Breve Historia
Nacido en Teherán, capital de Persia (actual Irán), el 12 de noviembre de 1817. Descendiente de Abraham y de Zoroastro.
Husayn Alí tenía 27 cuando abrazó la Nueva Fe de El Báb (La Puerta de Dios), quien declaró Su misión en 1844. El Báb representa el retorno del profeta Elías como el “Anunciador de Profetas” (al igual que Juan El Bautista) y Precursor una Manifestación de Dios mayor que Él (al igual que Cristo).
Debido a la implacable persecución hacia la Nueva Fe de Dios, Husayn Alí fue encarcelado por 4 meses con un grupo de sus compañeros en la peor mazmorra o prisión de Teherán,  junto a criminales de toda índole, el terrible “pozo negro”. En aquel lugar oscuro, lúgubre y maloliente fue donde el Espíritu de Dios le mostró su Luz por primera vez revelándole su Elevada Misión.

Luego de ser liberado de la prisión el Rey ordenó que se le desterrara acompañado de su familia y un grupo de creyentes a la ciudad de Bagdad en Irak (10 años). La oposición de sus enemigos y del clero musulmán logró que se le desterrara de nuevo, pero antes de partir Dios abrió las Puertas del Cielo de Su Voluntad en el Jardín de Ridván o Paraíso y el 21 de Abril 1863 (19 años después de la Declaración del Báb), Husayn Alí anunció la Buena Nueva de que Él era Aquel cuya venida había sido anunciada por el Báb, el Elegido de Dios, el Prometido de todos los Profetas, desde entonces Bahá’u’lláh, La Gloria de Dios.

Bahá'u'lláh estuvo exiliado en Constantinopla (4 meses), luego de lo cual fue exiliado a Adrianópolis (Edirne), durante cuatro años y medio. Desde Adrianópolis, Bahá'u'lláh escribió cartas haciendo un llamado a los reyes, gobernantes y lideres religiosos del mundo para que aceptaran Su revelación, renunciaran a sus posesiones materiales, trabajaran juntos en resolver los conflictos, y se esforzaran por mejorar el mundo y la condición de sus pueblos.

Finalmente es exiliado a Palestina donde viviría sus últimos 24 años, cumpliéndose las profecías Bíblicas gracias a la mano ejecutora de sus enemigos. Los primeros años vivió como prisionero en la ciudad penal de Akká bajo condiciones muy duras y severas, pero con el tiempo la talla moral de Bahá'u'lláh fue haciéndose acreedora del respeto y afecto por lo que las condiciones de la prisión se atenuaron y fueron autorizados a abandonar la ciudad y visitar lugares cercanos.  En una casa dentro de la ciudad prisión fue donde Bahá'u'lláh Reveló la obra capital de la Nueva Fe, el Kitáb-i-Aqdas (El libro más sagrado).
Los últimos 13 años de su vida, Bahá'u'lláh vivió en la Mansión de Bahjí, en las afueras de Akká, aunque oficialmente aun era un prisionero de la Imperio Otomano.

Bahá'u'lláh, El Sol de Bahá, alcanzó el ocaso el 29 de mayo de 1892, a la edad de setenta y cinco años. Fue enterrado en el Santuario que se encuentra junto a la Mansión de Bahjí.
Entre sus últimos escritos estaba Su última Voluntad y Testamento, que escribió con Su propia mano, firmó y selló debidamente. Su última Voluntad nombraba a su hijo mayor Abdu'l-Bahá como Su representante y único interprete autorizado de Sus enseñanzas, asegurando la integridad y la unidad de la Causa de Dios para hoy, de la Fe Bahá’í.

Libros Sagrados

Kitáb-i-Aqdas o El Libro Mas Sagrado, Palabras Ocultas, Kitáb-i-Íqán o Libro de la Certeza entre muchos otros grandes volúmenes depositarios de la Palabra Sagrada.

Representación del Espíritu Santo (La Hermosa Doncella vestida de blanco)

“Estando sumido en tribulaciones oí una voz por demás maravillosa y dulce que llamaba por encima de Mi cabeza. Al dar vuelta el Rostro, vi a una Doncella que era la encarnación del recuerdo del nombre de Mi Señor, suspendida en el aire ante Mí….
Señalando con el dedo Mi cabeza, se dirigió a todos los que están en el cielo y a todos los que están en la tierra, diciendo: ¡Por Dios! Éste es el bienamado de los mundos; mas no lo comprendéis. Ésta es la Belleza de Dios entre vosotros, y el poder de Su soberanía dentro de vosotros, si lo comprendierais…” Bahá’u’lláh

Símbolo (Estrella de nueve puntas)

La estrella representa lo elevado y las nueve puntas el número de “Bahá” (Gloria) o el Más Grande Nombre.

Enseñanzas

Regla de Oro

“Si anhelas la justicia, elige para los demás lo que elegirías para ti mismo”
“Bienaventurado es el hombre que prefiere a su hermano antes que a sí mismo;”

Unidad de las religiones

“Sois los frutos de un solo árbol y las hojas de una misma rama. Trataos unos a otros con el mayor amor y armonía, con amistad y compañerismo. ¡Aquel que es el Sol de la Verdad es Mi testigo! Tan potente es la luz de la unidad que puede iluminar a la tierra entera.”

“¡OH HIJOS DE LOS HOMBRES!
¿Acaso no sabéis por qué os hemos creado a todos del mismo polvo? Para que ninguno se enaltezca a sí mismo por encima de otro. En todo momento ponderad en vuestro corazón cómo habéis sido creados.”

Dios y Sus Profetas o Manifestaciones

“La puerta del conocimiento del Antiguo Ser, siempre ha estado y siempre estará cerrada a la faz de los hombres. El entendimiento de hombre alguno, jamás tendrá acceso a Su sagrada corte. Sin embargo, como una muestra de Su misericordia y como una prueba de Su amorosa bondad, El ha manifestado a los hombres los Soles de Su divina guía, los Símbolos de Su divina unidad y ha ordenado que tener conocimiento de estos Seres santificados sea idéntico a tener conocimiento de Su propio Ser. Quienquiera les reconozca ha reconocido a Dios. Quienquiera escuche su llamado ha escuchado la Voz de Dios, quienquiera atestigüe la verdad de su Revelación ha atestiguado la verdad de Dios Mismo. Quienquiera se aleje de ellos se ha alejado de Dios, y quienquiera no haya creído en ellos no ha creído en Dios.
Cada uno de Ellos es el Camino de Dios, que conecta este mundo con los reinos de lo alto y el Estandarte de Su Verdad para todos en los reinos de la tierra y del cielo. Ellos son las Manifestaciones de Dios entre los hombres, las pruebas de Su Verdad, y los signos de Su gloria". Bahá’u’lláh

Un Himno a una forma Elevada de Vida

“Sé generoso en la prosperidad y agradecido en la adversidad.
Sé digno de la confianza de tu prójimo, y mírale con rostro resplandeciente y amistoso.
Sé para el pobre un tesoro, para el rico, un amonestador; sé uno que responde al llamado del menesteroso, y guarda la santidad de tu promesa.
Sé recto en tu juicio y moderado en tu palabra.
No seas injusto con nadie, y a todos muestra mansedumbre.
Sé como una lámpara para quienes andan en tinieblas, una alegría para los entristecidos, un mar para los sedientos, un asilo para los afligidos, un sostenedor y defensor de la víctima de la opresión.
Que la integridad y rectitud distingan todos tus actos.
Sé un hogar para el forastero, un bálsamo para el que padece, un baluarte para el fugitivo.
Sé ojos para el ciego y una luz de guía a los pies de los que yerran.
Sé un ornamento del semblante de la verdad, una corona sobre la frente de la fidelidad, un pilar del templo de la rectitud, un hálito de vida para el cuerpo de la humanidad, una insignia de las huestes de la justicia, un lucero sobre el horizonte de la virtud, un rocío para la tierra del corazón humano, un arca en el océano del conocimiento, un sol en el cielo de la munificencia, una gema en la diadema de la sabiduría, una luz refulgente en el firmamento de tu generación, un fruto del árbol de la humildad.” Bahá’u’lláh

La Paz y la Unidad de la humanidad, el Reino de los Cielos en la tierra

“Que todas las naciones lleguen a ser una en fe, y todos los hombres, como hermanos; que se fortalezcan los lazos de afecto y unidad entre los hijos de los hombres; que desaparezca la diversidad de religiones y se anulen las diferencias de raza. ¿Qué mal hay en esto?... Y sin embargo, así será; estas guerras estériles y devastadoras pasarán, y la "Más Grande Paz" vendrá... Ello no obstante, vemos a nuestros reyes y gobernantes disipando sus tesoros con más liberalidad en medios de destrucción de la raza humana, que en lo que conduciría a la felicidad de la humanidad. Estas luchas, este derramamiento de sangre y estas discordias deben cesar, y todos los hombres deben ser como una sola raza y una única familia. Que ningún hombre se gloríe en que ama a su país; que más bien se gloríe en que ama a sus semejantes.” Bahá’u’lláh

¡Así debería ser entre los hijos de los seres humanos! La diversidad en la familia humana debería ser causa de amor y armonía, como lo es en la música donde diferentes notas se funden logrando un acorde perfecto. 'Abdu'l-Bahá

A menos que hagamos en nuestra mente una distinción entre dogma, superstición y prejuicio, por un lado, y verdad, por el otro, no podremos triunfar. 'Abdu'l-Bahá

Los Nuevos Mandamientos con un nivel más elevado de comprensión, los Principios Bahá’ís (El camino hacia la Paz y Unidad del mundo)

Libre e independiente investigación de la verdad
La religión debe ser causa de Amor y Unidad
Relatividad y Unidad de las religiones
La religión en acuerdo con la ciencia y la razón
No interferencia de la religión en la política
Abolición de toda forma de prejuicios
Igualdad de oportunidades para hombres y mujeres
Igualdad de todos ante la ley
Solución espiritual a problemas económicos
Disminución de la brecha entre pobreza y riqueza
Adopción de un idioma universal auxiliar
Educación universal
Establecimiento de una federación mundial
Paz universal
La Unidad de la humanidad

Las Virtudes, las vestiduras de “lino fino y blanco” mencionadas en Apocalipsis.

El Amor. ¡OH HIJO DEL HOMBRE! Amé tu creación, por eso te creé. Por tanto, ámame para que mencione tu nombre y llene tu alma con el espíritu de vida. Bahá'u'lláh

La Veracidad. La veracidad es la base de todas las virtudes humanas. Sin veracidad, el progreso y el éxito, en todos los mundos de Dios, son irrealizables para cualquier alma. Cuando este atributo santo se encuentre arraigado en el hombre, todas las cualidades divinas serán también adquiridas. 'Abdu'l-Bahá

La Cortesía. Oh pueblo de Dios! Os exhorto a practicar la cortesía, pues por encima de todo es la primera de las virtudes. Bienaventurado quien sea iluminado con la luz de la cortesía y esté ataviado con la vestidura de la rectitud. Bahá'u'lláh

La Equidad. …di a los amados de Dios que la equidad es la más fundamental de las virtudes humanas. La evaluación de todas las cosas debe depender necesariamente de ella. Bahá'u'lláh

La Justicia. ¡OH HIJO DEL ESPÍRITU! Ante mi vista lo más amado de todas las cosas es la Justicia, no te apartes de ella si me deseas, no la descuides para que confíe en ti. Con su ayuda verás por tus propios ojos y no por los ojos de otros, conocerás con tu propio conocimiento y no mediante el conocimiento de tu prójimo. Bahá'u'lláh

La Confiabilidad. ¡Oh pueblo de Bahá! La confiabilidad es, en verdad, el mejor de los atuendos para vuestras sienes y la más gloriosa corona para vuestras cabezas. Bahá'u'lláh

Anuncio de un futuro profeta
“Quienquiera que eleve la pretensión de una Revelación directa de Dios antes de la expiración de un plazo de mil años, tal hombre es de seguro un impostor mentiroso.”

La construcción actual del Reino de los Cielos en la tierra

“Este es el Día en que los más excelentes favores de Dios se han derramado sobre los hombres, el Día en que se ha infundido Su poderosísima gracia en todas las cosas creadas. Incumbe a todos los pueblos del mundo reconciliar sus diferencias y morar bajo la sombra del Árbol de Su cuidado y amorosa bondad en perfecta unidad y paz. Les incumbe aferrarse a todo aquello que, en este Día, conduzca a la exaltación de su posición y a la promoción de sus mejores intereses. Dichosos aquellos a quienes la gloriosísima Pluma se sintió inclinada a recordar, y benditos aquellos hombres cuyos nombres, en virtud de Nuestro inescrutable decreto, hemos preferido ocultar.
Suplicad al Dios único y verdadero que conceda que todos los hombres sean misericordiosamente auxiliados para que lleven a cabo aquello que sea aceptable a Nuestra vista. Pronto el orden actual será enrollado y uno nuevo extendido en su lugar. De cierto, vuestro Señor habla la verdad y es el Conocedor de cosas invisibles.” Bahá'u'lláh

Los largos períodos de infancia y niñez por los cuales la raza humana ha pasado, han quedado atrás. La humanidad está ahora experimentando las conmociones invariablemente asociadas con la más turbulenta etapa de su evolución, la etapa de la adolescencia, cuando la impetuosidad de la juventud y su vehemencia alcanzan su punto culminante, y deben ser gradualmente seguidas por la calma, la sabiduría y la madurez que caracterizan a la edad adulta. Entonces la raza humana alcanzará ese nivel de madurez que le permitirá adquirir todos los poderes y capacidades de los cuales ha de depender su desarrollo final.
Shoghi Effendi